domingo, 27 de septiembre de 2009

Mi casa está donde estás tú... los mismos ojos..la misma luz..


Reposa en la mesilla de noche
un púa dormida a gritos,
el uniforme viejo
de la indiferencia desnuda.
Una mentira en los bolsillos
y la siempre querida
sonrisa del más bobo.
Se respira ingenio en la sala,
supuran cerveza las paredes.
Nadie conoce los fantasmas
ni siquiera si, acaso, duelen.

Clava en el armario la voz ronca
amaneciendo a las cuatro de la mañana
y se enfunda en cuero,
en camisas usadas.
Emborrona su propio recuerdo
con fugaces risotadas
y humo seco
que esparce como vestigio
siempre que le dibujan.

Es todo un granuja
que besa el fondo de los vasos
buscándose otros brazos,
nadando en polvos de bruja.

Es un arlequín borracho
veinticuatro horas consciente.
Es la tibia mano inerte
que saluda si está sola.
Pisa fuerte cuando llora,
desgarra la roca en la frente.
Optimista descarado
que suena a rueca rota de juguete,
a pasión por los milagros
y desvergüenza en la corte
cuando vienen a verle.

A solista eléctrico sin notas,
poema incauto de luna creciente.
Endeudado corazón latente
unido al alma de los idiotas.

Tiembla el suelo bajo sus botas
y suspiran las farolas a su paso,
bosteza ironía a los ojos del fracaso
inventa melodías cantadas en mil bocas.
( 8 )
.
(Felicidades)
.
.
.
.
.
.
Y los niños tontos con las chicas malas...

1 comentario:

[H/C]--(S) dijo...

Me encanta.


Es el retrato perfecto, le llamas borracho seis veces.


^^